sábado, 17 de julio de 2010

HARVARD, EL LEGADO DE UN PASTOR

Harvard fue fundada en 1636, como un colegio (college) inglés, por las autoridades de la colonia de Massachusets, dieciséis años después de la llegada de los peregrinos del Mayflower a Plymouth. El presupuesto votado para su creación fue de 400 libras, y en 1638 se ordenó que la ciudad que crecería a su alrededor fuera llamada Cambridge, en memoria de la universidad inglesa en donde se habían educado unos 70 hombres destacados de la colonia. Es interesante señalar que por 1646 había entre los colonos unos 130 exalumnos de Oxford y Cambridge. Los estatutos fueron votados en 1650 por la Corte General de Massachusetts, 15 de cuyos 43 miembros eran graduados de universidades inglesas. Su nombre fue adoptado en honor de su primer benefactor, John Harvard, un pastor puritano joven el cual, al morir en 1638, dejó su biblioteca de 260 libros y la mitad de su fortuna (780 libras) a la nueva institución. El colegio inició sus actividades con un maestro y nueve estudiantes. Ya en 1643 se establece la primera bolsa de becas con una donación de Ann Radcliffe, Lady Mowlson, viuda del alcalde (lord mayor) de Londres.

Dado que no hay equivalente europeo continental a los colegios ingleses y americanos, es útil precisar lo que son: unidades de enseñanza y residenciales integradas por profesores y alumnos, cuyo objetivo es proporcionar a estos últimos una educación humanista (o en “artes liberales”, tanto en letras como en ciencias). De ahí que aun hoy en día, Harvard College confiere sólo dos títulos: Bachelor of Arts (AB), el predominante, o Bachelor of Science (SB), según sea la especialización de los estudios. Pero cualquiera que sea esta última, todos los estudiantes deben tomar cursos en las dos áreas. La duración de estos estudios es en principio de cuatro años.

Los estatutos aprobados en 1650 crearon una corporación independiente que se perpetuaría a si misma, integrada por un presidente, un tesorero y cinco socios (fellows), cuyas responsabilidades eran promulgar las normas administrativas, controlar el dinero del colegio, y nombrar a los profesores y personal administrativo; no obstante, todas estas decisiones están sujetas a confirmación por la Junta de Control (Board of Overseers, establecida en 1642), la cual tenía el poder de refrendar o rechazar todos los actos de la corporación. Es fascinante pensar que esta organización, notable por su sencillez y transparencia, ha perdurado sin cambio hasta nuestros días. Esta corporación de dominio público es la más antigua de los Estados Unidos.

Por josecanosa.com

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